El viernes 29 de diciembre, en la Parroquia San José de Bramón, se llevó a cabo la ordenación presbiteral de Nery Gilberto Sepúlveda Lizarazo, joven oriundo de esta localidad y quien se desempeñaba como diácono misionero en el Vicariato Apostólico del Caroní.
La ceremonia fue presidida por Mons. Mario Moronta, obispo de San Cristóbal, junto a su obispo auxiliar Mons. Juan Alberto Ayala, y Mons. Gonzalo Ontiveros, Vicario apostólico del Caroní, también estuvieron presentes sacerdotes del presbiterio diocesano, familiares, amigos y fieles venidos de las diversas comunidades eclesiales en Bramon.
En su homilía, Mons. Moronta explicó el significado de la dignidad en el orden del presbiterado que se recibe “tras implorar al Espíritu Santo para que el ordenando reciba la dignidad del presbiterado y sea renovado en su corazón el Espíritu de Santidad. Con ello, se convierte en ejemplo de vida para todos por su conducta”.
Acerca del padre Nery, el obispo reconoció que el neo sacerdote se ha distinguido por su disponibilidad, capacidad de servicio, alegría y creatividad pastoral, “lo estás demostrando en tu ministerio en el Vicariato de Caroní. Has aprendido de primera mano eso de ir hasta los confines de la tierra. Ello garantiza humanamente que estás con el corazón abierto a la renovación espiritual y a hacer de tu vida un camino para que muchos lleguen al encuentro con Cristo. No desfallezcas. Mantente siempre firme en la fe, la esperanza y la caridad”.
La primera obediencia del nuevo presbítero será seguir siendo misionero en el Vicariato Apostólico de Caroní, por un tiempo oportuno junto.
El nuevo sacerdote ofreció unas palabras de agradecimiento a Dios por los detalles de amor que ha tenido con su vida, llamándolo al sacerdocio. También agradeció a su familia, al Obispo y al seminario por la formación recibida. El Obispo al final de la ceremonia invitó a todos a ser promotores vocacionales, para que muchos más jóvenes reciban el llamado a la vida sacerdotal y religiosa. (PrensaDiocesisSC)
