Mensaje del Obispo de San Cristóbal sobre la prevención al Coronavirus

A todo el pueblo de Dios y personas de buena voluntad en el Táchira

 

Salud y paz en el Señor.

  1. Como miembros de la sociedad humana, seguimos de cerca los acontecimientos de todos los pueblos. Compartimos, por ser miembros de la Iglesia, sus gozos y alegrías, sus angustias y necesidades (cf. G.S 1).

 

  1. En este sentido, estamos viendo por la inmensa red de la comunicación social cómo se ha ido extendiendo una epidemia que ya ha golpeado a varias naciones. Lamentablemente ya ha habido muertes causadas por el así denominado «coronavirus».

 

  1. Las autoridades sanitarias mundiales han señalado algunas propuestas que apuntan a la prevención sobre todo y el tratamiento de los afectados. En algunos países, la Iglesia ha señalado directrices en esa misma línea.

 

  1. Desde nuestras parroquias, comunidades e instancias eclesiales, escuelas y universidades católica, debemos tomar las previsiones necesarias atendiendo las recomendaciones de los médicos especialistas y autoridades sanitarias del país y la región.

 

  1. Ciertamente debemos estar atentos a dichas recomendaciones pero evitando dos actitudes concretas: Una, la creación de un ambiente de zozobra. Por eso, no debemos prestarnos a rumores y falsos positivos que provoquen reacciones de pánico. Otra, la indiferencia y el conformismo que relegan las previsiones a un segundo lugar.

 

  1. Desde nuestra Iglesia local de San Cristóbal tenemos la plena disposición a cooperar con las campañas preventivas y otras acciones de solidaria caridad que sean necesarias. Estamos atentos como servidores del pueblo al cual pertenecemos.

 

  1. Pero no podemos dejar a un lado otra acción propia de la Iglesia y que será de fundamental apoyo a toda campaña preventiva y curativa que se realice en medio de nosotros: nos referimos a la ORACIÓN. No olvidemos que ella es «la fuerza del hombre y la debilidad de Dios». Siguiendo el consejo del evangelio de «pidan y recibirán», intensifiquemos en estos momentos la plegaria llena de fe y confianza al Dios de la vida para que nos libre de ese terrible flagelo en nuestra región, en nuestro país y en el mundo.

 

  1. En este sentido, pido a todos los párrocos, rectores, superiores religiosos, directores de escuelas católicas, rectores de seminarios, responsables de servicios pastorales y de grupos apostólicos, directores de las diversas emisoras de radio de la Diócesis, padres de familia que esta semana II de cuaresma hasta el próximo domingo 15 de marzo se realicen jornadas de oración pidiéndole al Señor nos libre del mencionado flagelo.

 

  1. Que, en toda comunidad eclesial, escuela, familia, etc. Se rece cada día el Santo Rosario por esta intención. Igualmente, el jueves 12 de marzo se tenga la hora santa por esta intención. Pedimos que en toda comunidad eclesial el viernes 13 de marzo se celebre la eucaristía ANTE CUALQUIER NECESIDAD (formula A) cuyas oraciones están en el Misal Romano; así como se realice el Vía Crucis. Asimismo, donde sea posible, el sábado 14 se tenga una vigilia con exposición del Santísimo durante el día o la noche. Y el Domingo 15, luego de una de las celebraciones se tenga la procesión con el Santísimo por algunas calles de la parroquia y se imparta la bendición en las puertas del templo parroquial y haciéndolo mirando los cuatro puntos cardinales.

 

  1. Es necesario instruir a los fieles sobre la necesidad de hacer esta oración con la fe puesta en el Señor. También es importante insistir que cada fiel individualmente ore por esta intención.

 

  1. Sabemos que contamos con la maternal intercesión de María del Táchira y nos sentimos protegidos por los brazos amorosos del Santo Cristo de La Grita.

 

 

Con mi cariñosa bendición de pastor,

+Mario del Valle, obispo de San Cristóbal.

San Cristóbal 7 de marzo de 2020.

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