MENSAJE DE NAVIDAD 2020 A TODOS LOS CATEQUISTAS DE LA DIÓCESIS DE SAN CRISTÓBAL

MENSAJE DE NAVIDAD 2020

JESÚS TAMBIÉN NACE EN LOS MOMENTOS MÁS DIFÍCILES DE LA HUMANIDAD

 

A TODOS LOS CATEQUISTAS QUE ANUNCIAN AL PUEBLO SANTO DE DIOS

EL EVANGELIO DE JESÚS EN LA IGLESIA DE SAN CRISTÓBAL

 

“El ángel les dijo: «No teman les anuncio una buena noticia que lo será para todo el pueblo»” (Lc 2, 10).

 

 

  1. Reciban un saludo de paz y bondad en esta noche buena, esta noche santa, noche donde el mundo hace dos mil años vio nacer al Salvador, al Hijo de Dios bendito, quien asumió nuestra naturaleza humana para devolverle la dignidad adquirida por la creación y perdida por el pecado original. Deseo que todos sientan el gozo de ser cristianos y la alegría del nacimiento de Jesús en sus vidas y en la vida de muchos, siendo parte de este acontecimiento.
  2. El mundo vive hoy grandes pruebas de fe, dificultades de todo tipo, pero especialmente hemos experimentado como un pequeño virus ha puesto al descubierto las grandes debilidades del hombre: el interés económico por encima de su salud y de la de los demás, indiferencia, irresponsabilidad, egoísmo, comodidad, entre otros aspectos que nos separan de la fraternidad y de Dios mismo. Hemos perdido a muchas personas en este año, muchos por no cuidarse, otros por descuido de quienes les contagiaron por su falta de conciencia ante esta pandemia; sin embargo, Dios nos sigue dando la oportunidad de enmendar la situación, anunciando la buena noticia de que Jesús nace, crece y vive en todo aquel que es capaz de salir de sí mismo para entregarse al servicio del otro (Cf. Hch 20, 35).
  3. Hoy más que nunca el mundo clama por los valores perdidos, hoy más que nunca el mundo necesita de una Iglesia despierta, activa, maestra, que guíe, oriente y ayude a quienes han perdido el horizonte. Nunca ha sido tan fácil vivir las obras de misericordia como ahora. Existe tanta pobreza y miseria, y como cristianos no podemos quedar indiferentes como los dos primeros personajes de la parábola del Buen Samaritano (Cf. Lc 10, 25-37). Tú puedes llevar al niño Dios a los demás creando el hábito de la caridad en ti y los tuyos, en nuestros catequizandos y sus representantes; propongamos que cada uno lleve en su bolso un trozo de pan, una arepa, un alimento para obsequiar a quien se encuentre en la calle sin alimento. Jesús nace en esta Navidad en las calles y necesita que tú y yo lo anunciemos.
  4. Hace dos mil años, los ángeles sólo buscaron a los pastores, pues era difícil entrar en aquellas posadas donde la gente se había olvidado de Dios en muchas maneras. La diferencia en la actualidad está en que cuando Jesús nació, no había catequistas, ahora sí los hay, y somos muchos, y podemos hacer nuestra tarea mucho más amplia que los ángeles, llegar a los rincones de cada comunidad y proclamar que Jesús nos puede salvar de nuestra propia autodestrucción, y recordarnos que somos el milagro de la creación. Cuando Dios nos creó, lo hizo para dejar una imagen suya en la creación, hoy más que nunca estamos llamados a darle total nitidez a esta imagen (Cf. Gn 1, 26-28).
  5. Hoy más que nunca les pido que se cuiden unos a otros, que respetemos las normas de bioseguridad, que oremos por todos, especialmente por todo el personal de salud que arriesga sus vidas de manera cristiana y heroica para salvar a otros, ellos han honrado su juramento de salvar vidas con la suya, y Dios les premiará grandemente su valioso sacrificio. El mundo también necesita nuestra oración, nuestra responsabilidad, y nuestro anuncio, no se cansen de anunciar a Jesucristo, Vivo y Resucitado, y que sigue naciendo en los corazones generosos y misericordiosos. El nacimiento de Jesús cambió al mundo, y tu testimonio de su nacimiento puede cambiar la vida de muchos. Monseñor Moronta nos invita a tener presente tres actitudes: “la ternura, como la de José que puso toda su atención en el cuidado del Niño Dios y lo hizo centro de su vida; la contemplación de los pastores y de los magos, con la que reconocieron al “Rey de Reyes” para darlo a conocer sin temores de ningún tipo; y la voz profética, de Ana y Simeón, con la cual anunciamos valientemente que “la Palabra se hizo Carne y puso su morada en medio de nosotros” (Jn 1,14)”. (Mensaje de Navidad 2020). Dichas actitudes nos llevan a iluminar a quienes viven en tinieblas y sombras de pecado y de muerte.

Con mi devota bendición y exhortándoles a reforzar nuestro servicio tan hermoso que día a día Dios desea que vivamos, les deseo una:

 

¡FELIZ NAVIDAD 2020 Y PRÓSPERO AÑO NUEVO 2021 MIS HERMANOS CATEQUISTAS!!!

 

 

Pbro. Juan Carlos Gómez Yanez

 Su hermano y servidor

Catequistas Delegados Vicariales de Catequesis

SAN CRISTÓBAL, 25 DE DICIEMBRE DEL AÑO 2020. FIESTA DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR.

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