1.- A lo largo de los últimos meses, los obispos de Venezuela hemos seguido con atención y preocupación los acontecimientos que han afectado a la hermana Iglesia en Nicaragua, y mostrado nuestra cercanía hacia ella. Así mismo, la hemos acompañando en la oración, – y seguimos haciéndolo -, pidiendo a Dios por la pacífica superación de la situación de inquietud y tensión generada por el cierre de medios de comunicación, salida de religiosas, suspensión de actividades eclesiales, detención de sacerdotes y una actitud permanente de enfrentamiento con algunos miembros del episcopado.
2.- Dolorosamente, esta situación, lejos de encontrar una adecuada resolución enmarcada en el ámbito de la legalidad y del respeto a la libertad religiosa y a la fe católica profesada por la inmensa mayoría del pueblo nicaragüense, se ha ido agravando hasta llegar al desalojo por parte de los organismos del Estado y la detención de Mons. Rolando José Álvarez Lagos y de sus acompañantes de la Curia Episcopal de Matagalpa.
3 – Al deplorar tales acontecimientos, que son expresión no sólo de una actitud hostil hacia la Iglesia Católica sino del grave deterioro del estado de derecho y de las garantías ciudadanas que sufre hoy nuestro hermano país, unimos nuestras voces a todos aquellos que exigen hoy a las autoridades nicaragüenses el respeto de la vida, integridad y salud de todos los obispos, sacerdotes, diáconos, religiosos y religiosas, agentes de pastoral laicos, asegurando el pleno uso de sus derechos ciudadanos de movilización, expresión de las propias opiniones, y las garantías de libertad de culto y religión para todos.
4 – Reiteramos el compromiso fraterno, la comunión y solidaridad de la Conferencia Episcopal de Venezuela con el episcopado nicaragüense y todos los miembros de la Iglesia en Nicaragua. Somos conscientes conscientes de la gravedad y complejidad de la situación que deben enfrentar los Obispos y sacerdotes como guías del Pueblo de Dios. Por eso imploramos sobre ellos la sabiduría y la fortaleza dones del Espíritu Santo para que puedan cumplir a cabalidad su tarea de padres y pastores de todos.
5 – Invitamos a todos los sacerdotes y diáconos, religiosos y religiosas, fieles laicos de Venezuela a perseverar en la oración por la Iglesia en Nicaragua. Encomendémosla a la maternal protección de la Inmaculada Concepción, patrona de esa querida nación.
Caracas, 19 de agosto de 2022