Monseñor Rivas agradece labor de Jesuitas durante 63 años en la UCAT


Con una Eucaristía realizada en la Universidad Católica del Táchira (UCAT) se honró el cierre del ciclo de la Compañía de Jesús (Jesuitas) en el centro de educación y formación universitaria, referencia regional y nacional generadora de profesionales de envergadura preparados para aportar avance, desarrollo y trabajo para el país.

Con la presencia de Mons. Lisandro Alirio Rivas Durán, Obispo de San Cristóbal, y Gran Canciller de la UCAT, Mons. Juan Alberto Ayala Ramírez, el Obispo Auxiliar de San Cristóbal, los R.P. Jesús Gazo Bernal, S.I., R.P. Eduardo Enrique Soto Parra, S.I. y R.P. José Francisco Aranguren Díaz, S.I., el Pbro. Jhonny Alberto Zambrano, Vicario Episcopal de Comunicación, así como las autoridades rectorales, decanales y directivas de las distintas unidades operativas de la UCAT, profesores del claustro universitario y personal operario, empleado y administrativo, se llevó a cabo esta acción de gracias por estos 63 años de servicio a esta alma mater.

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En la Eucaristía presidida por el Rector de la UCAT, el Dr. Pbro. Yonekura Shimizu reflexionó en la homilía desde la gratitud y sentida nostalgia. “Damos gracias a Dios por el don inmenso que ha significado la presencia de la Compañía de Jesús en nuestra Universidad Católica del Táchira durante 63 años, una etapa fundacional que, por Providencia Divinia, hoy suspende (no suprime) su ciclo de cooperación apostólica directa con la Diócesis de San Cristóbal”. Desde una acción de gracias y discernimiento, indicó que Dios nos enseña a orar, dando la clave para entender la nueva etapa de la UCAT.

El Rector reflexionó en el evangelio al evocar: “Señor, enséñanos a orar”, desglosando tres frases del Padre Nuestro: “Padre: Es el fundamento. Los jesuitas inculcaron a tratar a Dios con la confianza y la cercanía de un hijo. Una universidad católica debe ser, ante todo, un lugar donde se aprenda a decir Padre con verdad (…) Venga tu Reino: Esta frase es seguramente el alma de la misión jesuita: la búsqueda del Reino de Dios en la tierra (…) Perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos: La misericordia de Dios no es gratuita; exige una respuesta de nuestra parte: el perdón fraterno (…) La continuidad de la UCAT será fecunda si la comunidad eclesial y universitaria vive esta cláusula del perdón en su máxima expresión cristiana”. Concluyó agradeciendo a la Compañía de Jesús, por su siembra, su rigor académico y su audacia evangélica.

Agradecimiento a la Compañía de Jesús

Durante 63 años la Compañía de Jesús (Jesuita) ha sido piedra angular y partícipe directo en la formación académica de los jóvenes estudiantes de la UCAT, un legado inconmensurable que se inició en el año 1962 y que en este 2025 culmina satisfactoriamente colmado de triunfos y metas cumplidas dejando en alto la responsabilidad, entrega y compromiso dado a la academia y, por ende, al sinnúmero de egresados que hoy son patrimonio vivo que enaltece a la Iglesia Local.

Monseñor Lisandro Rivas dio por cerrado este periplo de la Compañia de Jesús en la UCAT, recordando que la honda huella dejada no solo será un recuerdo, sino historia viva, de entrega, lucha, esfuerzo y sacrificio, que se ha demostrado confrontando las innumerables vicisitudes durante más de seis décadas.

“Los Jesuitas han cooperado llevando adelante la misión y visión de la institución, pero a la vez, siendo punto de referencia y de excelencia académica en la formación de sus estudiantes (…) han desarrollado una larga y fructífera misión que los ha llevado a darlo todo no sólo por la academia, sino también en el ámbito social, humanístico, pastoral y espiritual”.

Monseñor destacó que los frutos generados a partir de las enseñanzas de la comunidad jesuita, se evidencian en los hombres y mujeres profesionales egresados de la casa de estudio, quienes hoy día son referencia regional, nacional e internacional a través de sus valores y principios características que enaltecen y los hace diferentes y únicos.

“Hoy culminan los jesuitas, esta bella misión en el Táchira. Siempre estaremos muy agradecidos con ustedes (…)  el Táchira es un estado de gente noble, sencilla y comprometida, hoy más que nunca le decimos a los Jesuitas, como sabemos agradecer aquí (…)  Dios les Pague. Dios les pague por tanto y por todo”.

El obispo de la Diócesis de San Cristóbal reiteró el compromiso de los jesuitas en fortificar la universidad con la máxima indiscutible de preparar a generaciones que hoy día responden al llamado del desarrollo con ideales sólidos, esfuerzo único, sacrificio en todo momento y dedicación por el bien común.

Monseñor despidió a la comunidad encomendándolos a Dios como fuente de amor para que sigan en su loable labor de animar a los jóvenes en ser gente de bien a través de la formación académica, pilar indisoluble del desarrollo personal y general. “Gracias por todo y recuerden que, si en algún momento quieren volver, aquí los sabremos esperar con amistad, fraternidad y unidad en la construcción del pueblo de Dios”.

Al finalizar la Eucaristía, la UCAT otorgo varios reconocimientos, a la Compañía de Jesús – Provincia de Venezuela la Orden Universidad Católica del Táchira en el grado de Medalla y a cada Jesuita el Botón institucional de la UCAT.

Prensa DSC-Vicaría Episcopal de Comunicación

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