1.- Con mi cariñoso saludo de pastor y reafirmando mi compromiso de «servidor y testigo, me dirijo al querido pueblo del Táchira. Estamos en un momento particularmente difícil que quizás nunca imaginamos vivir. Ante los riesgos, peligros y efectos causados por la pandemia debido al «coronavirus» covid-19, el Ejecutivo nacional ha decretado «cuarentena social” para nuestro estado y otras circunscripciones más. Junto a ello, se han dado algunos lineamientos que, como ciudadanos, debemos acatar.
2.- La gravedad de esta situación nos preocupa y hasta puede causarnos temores y angustias. Podemos entonces experimentar lo que los discípulos de Jesús sintieron en el episodio evangélico de la «tempestad calmada». Pero, a la vez, podemos aprender la lección ofrecida por esa página bíblica: en este momento de prueba, el Señor Jesús no nos ha abandonado; antes bien nos acompaña dentro de nuestra barca. Él mismo hoy pide que no seamos personas de poca fe (cf. Mt. 8, 24ss).
3.- Esa fe vivida con esperanza y caridad nos permite enfrentar el desafío urgente de esta situación que se ha creado a nivel mundial. Por eso, estamos seguros de salir adelante en el nombre del Señor. Con esa misma fe nos disponemos a cooperar para no dejarnos vencer por este flagelo. Ello supone cumplir con las directrices dictadas por las autoridades y las indicaciones de quienes están al servicio de la salud pública y que miran al bien común de cada uno de los habitantes de nuestra región y de todo el país.
4.- Nuestra Iglesia local de San Cristóbal se hace eco de todo aquello que permita la prevención para que nuestra gente no sea golpeada por la pandemia del «coronavirus». Asimismo, reafirma su vocación de caridad y solidaridad para ayudar a quien lo requiera y brindar cercanía y acompañamiento a quienes van a estar más comprometidos en la atención de la emergencia sanitaria, particularmente el personal médico y de enfermería y el que estará dedicado a brindar seguridad y protección a la ciudadanía.
5.- A las directrices y recomendaciones dadas con anterioridad, desde la Conferencia Episcopal Venezolana y nuestra Diócesis, añadimos las siguientes:
A. pedimos a todos los fieles católicos cumplir con las directrices dictadas por las autoridades. Es importante y necesario permanecer en los hogares mientras dure la crisis sanitaria.
B. invitamos a convertir esta «cuarentena social» en una particular y original manera de vivir el tiempo litúrgico de la cuaresma. Lo podemos ver como «un tirmpo de gracia». Para ello, debemos intensificar la oración personal y en familia, así como la lectura de la Palabra de Dios. De igual modo, convertir las incomodidades que podamos sentir en un ejercicio para fortalecer la paciencia, animarnos en esperanza y crecer en la comunión y vida de familia.
C. se ha tomado la decisión de suspender clases, actividades que suponen aglomeraciones de personas, reuniones e incluso los trabajos que no tengan que ver con servicios públicos necesarios. Es necesario tomar las previsiones del caso.
D. como fue debidamente expresado por la Presidencia del Episcopado Venezolano (Comunicado del 15 de marzo 2020 «tomamos la dolorosa decisión de suspender todos los actos litúrgicos, incluida la celebración eucarística hasta nuevo aviso».
E. en este sentido, se suspenden todas las celebraciones eucarísticas diarias y dominicales hasta nuevo aviso, al igual que las celebraciones de bautismos y confirmaciones. En el caso de las exequias, se podrá celebrar el rito correspondiente, pero sin misa. Para ello se deben seguir las directrices ya señaladas.
F. los templos pueden permanecer abiertos para permitir a quienes puedan, ir a orar.
G. todos los párrocos y vicarios deben celebrar diariamente la eucaristía por las intenciones previamente marcadas y pidiendo por la salud de todos, rogando a Dios nos libre de este flagelo. Aunque por las razones ya conocidas, no haya presencia de fieles, se realizarán dichas celebraciones a la hora marcada en el horario parroquial. Conviene que se anuncien esas celebraciones con el tradicional toque de campanas; así los feligreses podrán unirse espiritualmente con quien celebra a Eucaristía.
H. la Oficina de Prensa de la Diócesis está organizando la trasmisión por radio de la celebración eucarística diaria y dominical. De igual modo otras transmisiones con actividades religiosas (horas santas, vía crucis, momentos de reflexión, retiros espirituales, etc.) como un servicio dirigido a toda la feligresía. Además hará los contactos para que estas actividades puedan ser difundidas por emisoras de radio de toda la región.
6.- Hacemos nuestra la propuesta presentada por la Presidencia de la CEV el 15 de marzo de este año: «La Iglesia en Venezuela, servidora del pueblo al cual pertenece, está dispuesta a cooperar con las autoridades sanitarias en todo lo que esté a su alcance y que vaya en beneficio de todos. Por ello invitamos a nuestras instituciones de ayuda como Cáritas y la acción social de nuestras parroquias que sirven alimentos y distribuyen medicamentos a pensar la mejor manera de prestar el servicio sin que haya aglomeraciones de personas».
7.- Pedimos a las autoridades brindar las informaciones pertinentes de manera cierta, clara y veraz. De igual modo, asegurar a la ciudadanía el acceso seguro a alimentos y medicinas, atención médica y también asegurar que no falte energía eléctrica, agua y otros servicios indispensables. Pedimos prestar atención ante la inmoral praxis de algunas personas que, valiéndose de la emergencia sanitaria elevan de manera irracional los precios de insumos necesarios para todos. Quienes así actúan no tienen temor de Dios.
8.- El pueblo tachirense confía en el Divino Maestro representado en el hermoso Ícono del SANTO CRISTO DE LA GRITA. A Él elevamos nuestra oración confiada, sabiendo que nos escucha. Su Rostro Sereno nos brinda consuelo y la herida de su costado nos muestra su amantísimo Corazón con el cual detendrá el avance del flagelo que azota el mundo y ahora nuestra nación. Les pido intensificar nuestra oracion dirigida a Él. Asimismo, les invito a que todos juntos hagamos un voto especial para que nos proteja y libre en el Táchira, Venezuela y el mundo de la pandemia del » coronavirus». Ese voto hecho con fe y oración permanente consistirá en la adoración diaria al Santísimo Sacramento en nuestras comunidades eclesiales durante un mes y la peregrinación misionera y evangelizadora de la «réplica» del Santo Cristo por todas nuestras parroquias a partir de la fecha que se indicará. Culminaremos con una celebración eucarística donde participen los católicos y personas de buena voluntad. Desde ahora hagamos esa oración a nuestro autentico y verdadero protector, EL SANTO CRISTO DE LA GRITA. Hagámoslo contando con la maternal intercesión de María del Táchira, N. Sra. De La Consolación.
+ Mario del Valle, Obispo de San Cristóbal.
San Cristóbal, 16 de marzo 2020