El viernes 11 de octubre, las instalaciones del Instituto Universitario Eclesiástico Santo Tomás de Aquino fueron el escenario de un significativo encuentro entre el Nuncio Apostólico, Mons. Alberto Ortega, y miembros del clero diocesano del Táchira. Este evento, marcado por un ambiente de confraternidad y reflexión, abordó temas centrales sobre el sacerdocio, la vida consagrada y la vocación.
El presbítero Victoriano Rodríguez, integrante del equipo de pastoral sacerdotal, inició la jornada explicando al Nuncio el significado de esta pastoral, la cual fue establecida como fruto del tercer sínodo diocesano. Rodríguez destacó la importancia de acompañar a cada uno de los sacerdotes en la diócesis, resaltando las oportunidades de estudio que se ofrecen tanto a nivel nacional como internacional. En su intervención, subrayó la conciencia sobre la misión, el sentido de compromiso y obediencia, la caridad pastoral y la formación continua que deben regir la labor sacerdotal.
Durante el encuentro, un diácono permanente compartió su experiencia tras nueve meses de ordenación diaconal, resaltando su vivencia en la Diócesis de San Cristóbal. Explicó cómo evangelizar a través del testimonio personal, en comunión con su familia, se ha convertido en una nueva forma de ejercer su ministerio.
El Nuncio Apostólico, en sus palabras dirigidas a los sacerdotes, transmitió el mensaje de cercanía del Papa Francisco. Enfatizó la importancia de no refugiarse en el pasado y de mantener “las cuatro cercanías”: cercanía con Dios, con el Obispo, con los hermanos sacerdotes y con el pueblo. “Qué privilegio es acompañar la vida de las personas”, afirmó, resaltando que cuando un sacerdote se entrega y se acerca a su comunidad, contribuye a que el pueblo de Dios trabaje y se santifique.
En un espacio de diálogo fraterno, Mons. Ortega también se reunió con los formadores del Seminario Diocesano Santo Tomás de Aquino, así como con los seminaristas.
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