Luego de peregrinar por las parroquias y comunidades desde La Grita, monseñor Lisandro Rivas, sexto obispo de la Diócesis de San Cristóbal, realizó la oración de Vísperas en la basílica de Nuestra Señora de la Consolación, acompañado por sacerdotes, obispos y arzobispos de Venezuela y de Colombia.
En la meditación de la oración, el obispo electo se mostró complacido por la experiencia de peregrinación.
“Han sido signos que me han conmovido y me han hecho ver una Iglesia devota”, expresó.
Agradeció a monseñor Mario Moronta por su entrega incondicional durante 25 años. También a los religiosos, misioneros y laicos. Dijo que recibe una Diócesis que camina en espíritu sinodal.
A los pies de la imagen de Nuestra Señora de la Consolación, se confió a su auxilio, mencionando la historia de esta manifestación mariana tan sentida para los tachirenses.
Recordó que la misión y el sentido de la vida cristiana, que se debe centrar, a ejemplo de María de la Consolación, en amor, fraternidad y auxilio a los hermanos necesitados.
“Con María podemos llegar a puerto seguro. Que ella nos acompañe y nos guíe en este camino”.
Luego de poner su episcopado al amparo del Santo Cristo, el nuevo obispo vino a honrar a la flor más hermosa de los Andes venezolanos, Nuestra Señora de la Consolación, por ello, le obsequiaron una imagen de María Santísima en esta advocación.
(Prensa Diócesis SC)
https://www.instagram.com/p/DDjtbHER6Cd/?utm_source=ig_web_copy_link&igsh=MzRlODBiNWFlZA==