Al iniciar el segundo día de la llegada del VI Obispo de San Cristóbal, Mons. Lisandro visitó en el Santuario del Santo Cristo de La Grita a los seminaristas de la etapa del Propedéutico, con quienes compartió un momento de oración.
Seguidamente a la Basílica Espíritu Santo, llegó el Obispo, Mons. Lisandro Rivas, para encomendarse al Santo Cristo de La Grita, en su labor pastoral.
Comentó que vino a la La Grita para renovar su fe y amor ante Dios. A su llegada a la Basílica se dirigió primeramente a la capilla que custodia la talla sagrada del Cristo del Rostro Sereno, allí oró en silencio y recitó la oración al Santo Cristo.
En su homilía destacó que el amor y la misericordia del Señor, del que habla el costado abierto del Cristo de la Grita, llega a todos “no tiene límites, llega incluso a los que viven en las periferias geográficas y existenciales”
Refiriéndose a la cercanía de Dios, Mons. Lisandro expresó que “el Cristo de la Grita habla gocho, nos entiende y somos capaces de entenderlo”.
Al concluir monseñor Mario Moronta, obispo emérito entregó su báculo al Cristo Sereno, como gratitud por sus 15 años de labor pastoral en la Iglesia Local del Táchira.
(Prensa Diócesis SC)
https://www.instagram.com/p/DDh2N62P52_/?utm_source=ig_web_copy_link&igsh=MzRlODBiNWFlZA==