Palabras del Pbro. Dr. Carlos Javier García con motivo de la clausura de la visita de los Obispos

Palabras del Pbro. Dr. Carlos Javier García Mora, el 20 de agosto de 2022

en la parroquia Santísimo Salvador de Pueblo Nuevo

en la Asamblea Vicarial realizada con motivo de la clausura de la

Visita Pastoral del Obispo Titular de San Cristóbal y de su Obispo Auxiliar  

a la Vicaria San Sebastián en ocasión de la celebración de

 los 100 años de la creación de la Diócesis de San Cristóbal

Excelentísimo Mons. Mario del Valle Moronta Rodríguez, Obispo de San Cristóbal.

Excelentísimo Mons. Juan Alberto Ayala Ramírez, Obispo Auxiliar de San Cristóbal.

Queridos hermanos sacerdotes integrantes de la Vicaria San Sebastián: conformada por los Arciprestazgos Santa María, San Pedro y San Pablo. 

Apreciado Fieles Cristianos Laicos miembros de las diversas comunidades parroquiales aquí congregadas.

            Durante estos últimos meses el católico pueblo del Táchira ha contemplado el paso bienhechor del Pastor, alentando la fe y la esperanza de los hombres y mujeres de las diversas comunidades cristianas.  De igual manera esta noble ciudad cordial ha recibido y escuchado la voz del Buen Pastor de labios de Mons. Mario del Valle Moronta, Obispo titular, y de su obispo auxiliar Mons. Juan Alberto Ayala.

            La Ciudad sede episcopal en la persona de sus Presbíteros, diáconos, religiosos y Laicos, aquí congregados, expresa en este momento las palabras de gratitud por todo el trabajo pastoral que durante este tiempo preparatorio al 12 de octubre han venido realizando en medio del Santo Pueblo fiel de Dios.  Las parroquias con sus aldeas, sectores, comunidades eclesiales de base, grupos de apostolado, catequistas, equipos de liturgia, y servidores en general han sido testigos del paso bienhechor del obispo titular y su auxiliar en este gesto evangelizador y apostólico de la Visita Pastoral, que ha contribuido decisivamente en la animación y despertar de las comunidades cristianas en este tiempo post pandemia.

            La visita pastoral es una de las acciones apostólicas que nuestros obispos han realizado animados por la caridad pastoral, sabemos por la larga historia de la Iglesia, que estas visitas confirmadas por siglos de experiencia, en la que el Pastor mantiene contactos personales con los sacerdotes, diáconos, religiosos, religiosas y laicos comprometidos en la vida de la Iglesia; en suma con todos los miembros  del pueblo de Dios que forman una determinada comunidad cristiana, generalmente una parroquia, un colegio, una obra religiosa, un movimiento o asociación. Así lo han venido realizando en el Táchira a lo largo de estos 100 años los cinco mitrados que han guiado pastoralmente esta porción del pueblo de Dios.

            El Directorio para el ministerio pastoral de los obispos nos recuerda que estos tienen la obligación de visitar su diócesis cada año, total o parcialmente, de modo que al menos cada cinco años visite la diócesis entera, personalmente o por medio de sus colaboradores que pueden realizar este servicio. El periodo de cinco años nos da una pista que considero muy válida sobre el espíritu de la visita pastoral, porque tal visita, no es en modo alguno una mera formalidad jurídica o administrativa. Reducirla a esta dimensión seria olvidar el espíritu de esta práctica pastoral y privarla de los frutos que, con la ayuda de Dios, hemos de esperar de ella.

Cada cinco años los obispos realizan la llamada visita “ad limina Apostolorum”, es decir, a la “casa de los Apóstoles”. Se refiere sobre todo a la visita o peregrinación a los sepulcros de Pedro y Pablo en Roma para renovar la comunión con el sucesor de San Pedro y obispo de Roma, el Santo Padre. De modo semejante, la visita pastoral a una determinada comunidad o a una obra cristiana es una ocasión para renovar la comunión con el pastor diocesano, para invitar a todos los fieles a la renovación de la propia vida cristiana y a una acción apostólica más intensa.

La visita pastoral realizada por nuestros obispos, durante estos meses, ha constituido una oportunidad para reanimar y revitalizar las energías de los cristianos que colaboran en la obra evangelizadora de la Iglesia, en el Táchira, en sus distintos campos de acción. Ha sido una oportunidad para examinar el funcionamiento y la eficacia de las iniciativas destinadas al servicio pastoral. Por ello el encuentro con los diversos Grupos de Apostolado ha constituido una ocasión magnifica para vivir la comunión, fortalecer la fe y el sentido de pertenecía a la Iglesia.

En suma, la visita pastoral en esta zona Metropolitana de San Cristóbal ha sido una acción apostólica que los obispos han realizado animados por la caridad pastoral, que es el principio y fundamento visible de la unidad y comunión en la Iglesia particular, para las comunidades e instituciones que la han recibido. La visita ha sido un evento de gracia que ha reflejado, en gran medida, aquella especial visita con la que el Supremo Pastor (1 Pe 5,4) y el “guardián de nuestras almas” (1 Pe 2,25), Jesucristo, sigue visitando y redimiendo a su pueblo (cf. Lc 1,68).

            En la Iglesia primitiva hallamos un bello precedente de esta práctica. Pablo y Bernabé, terminado su primer viaje misionero fuera de Palestina, con mucha esperanza y no pocas tribulaciones, fueron plantando comunidades en Chipre y Asia Menor. Pasó el tiempo y un día comentó Pablo a Bernabé: “Volvamos ya a ver cómo les va a los hermanos en todas aquellas ciudades en que anunciamos la palabra del Señor” (Hch 15,36). Fue la primera visita pastoral.  Expresa un deseo afectuoso de conocer la vida de la comunidad y habla de “Hermanos” y “hermanas”. Ahí está expresado el espíritu de la visita pastoral, que ha sido el mismo espíritu que ha animado la Visita que están concluyendo nuestros obispos: titular y auxiliar, a esta Vicaria San Sebastián.

            Hace 100 años el pueblo tachirense exultó de gozo por la buena noticia de la creación de la Diócesis del San Cristóbal.  Cuando en 1922 fue constituida esta Diócesis, veinticinco sacerdotes llevan sobre sus hombros todo el peso de la atención espiritual al pueblo tachirense, cuya población se estimaba en más de doscientos mil habitantes, distribuidos en veintidós parroquias. De la calidad de esos levitas hablan los pueblos por ellos regentados y las obras realizadas.  Sacerdotes preclaros, de huellas luminosas, ademanes severos y energías sin cansancio: todos ejemplares, obedientes y trabajadores, dignos del aplauso por su meritoria labor.

Gracias al desvelo y dedicación de los cinco obispos que en estos 100 años han regido los destinos de la Diócesis, ésta puede señalar con orgullo más 300 sacerdotes diocesanos y religiosos salidos de su seno, algunos de los cuales ostentan con gallardía la plenitud del sacerdocio, apacientan bajo la albura de la mitra espirituales rebaños en Barcelona, San Cristóbal y Caroní. (18 obispo ha dado el Táchira a la Iglesia Católica). Gracias a ese desvelo y decisión de nuestros Obispos Diocesanos, a las veintidós parroquias existentes en el día de la creación de la Diócesis hay que añadir setenta y una (71) nuevas parroquias para un total de 93, en donde la cruz se alza como un anuncio de esperanza y la palabra de Dios describe surcos en las almas; gracias a ese desvelo y decisión, (8 comunidades en calidad de Rectorías se preparan para ser parroquias), 10 Comunidades religiosas masculinas comparten con el clero secular, propio o venido de otras tierras, las fatigas del apostolado y logran que el ritmo creciente del progreso material no sea obstáculo para el desenvolvimiento de la Iglesia.

Eficaces colaboradoras en el plan de la redención de las almas son indiscutiblemente las Religiosas, cuya presencia saludan con emoción los pueblos, porque ellas, emulando a las mujeres de los tiempos apostólicos que el apóstol exalta en sus epístolas, prolongan la acción de Dios.

Cuando el Obispo Sanmiguel pisó tierra tachirense solo una Congregación religiosa femenina testimoniaba la presencia de Cristo en las dolientes salas del Hospital de Rubio, cubría con alas como de ángeles la orfandad de los niños en la piedad silente del Asilo de esta ciudad y vertía la dulzura de sus consuelos en el Hospital “Padre Lizardo”: la de Santa Rosa de Lima, o hermanas dominicas, nacida del corazón del obispo Silva y la Madre Georgina Febres Cordero, en la ciudad de las perpetuas nieves.

Al cerrarse la elipse de los primeros cien años de vida, la Diócesis de San Cristóbal siente complacencia al señalar como signos de indiscutible avance 23 Congregaciones Religiosas femeninas y encomiar la obra por ellas realizada.

Lo que de manera muy breve he referido de las parroquias, sacerdotes, religiosos y religiosas, lo podemos afirmar del extraordinario florecimiento de: los Fieles Cristianos laicos, de los Movimientos de Apostolado seglar, de las Hermandades y Cofradías, de las Comunidades eclesiales de Base, de la educación católica, y en muchas áreas más de la vida eclesial tachirense. 

La Diócesis de San Cristóbal desde sus inicios, ha sido celosa guardiana de sus tesoros: La fe de un pueblo profundamente católico y el recuerdo de sus protagonistas traducido en obras que hacen imperecedera la tarea de la Iglesia a favor del Reino de Dios. Los cien años de vida de la Diócesis de San Cristóbal están precedidos de muchos trabajos, esfuerzos y sacrificios de grandes apóstoles que apostaron todo por Dios, dejando sembradas sus huellas en el corazón de la historia y en la memoria de sus continuadores.

Si se piensa que en esa multiplicación de obreros y de instituciones al servicio de la Iglesia y de la acción evangelizadora en el Táchira ha sido la mano bondadosa de Dios, la principal ejecutora, brota de nuestro corazón agradecido las palabras del salmista: “El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres” (Sal 125, 3).

Pbro. Dr. Carlos Javier García Mora.

Un comentario sobre «Palabras del Pbro. Dr. Carlos Javier García con motivo de la clausura de la visita de los Obispos»

  1. Buenas tardes,
    soy venezolana, vivo en Miami y estoy buscando los teléfonos o emails del Ministerio Parroquial Diócesis de San Cristobal Estado Tachira para mi acta de Matrimonio eclesiástico. Necesito información de urgencia y no he podido comunicar
    Si usted pudiera ayudarme
    Gracias

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